Esta noche, como tantas otras me desvelé, así que aproveché y me puse un abrigo para salir a la terraza y ver esa ‘Luna Azul’. Mientras la miraba me di cuenta que mis ojos sólo veían una luna llena más, sin saber muy bien que tenía de especial. Justo entonces vi una lágrima en el cielo, una luz que iba dejando su huella en forma de reguero plateado. Y pensé mi deseo, como si esa lágrima, esa estrella fugaz, fuera capaz y tuviera el máximo poder de concederlo… Desee Volver. A donde sea pero volver. Volver a cualquiera de mis burbujas donde fui, y donde fuimos felices e incluso a ese lugar que, en nuestro fuero interno, nos juramos no volver. Volver a reírnos juntos, a recordarnos que cualquier tiempo pasado no siempre fue mejor. Volver a reencontrarnos cansados, exhaustos, pero convencidos de que a donde volvemos es justo donde queríamos, y queremos, estar. Volver a caer en la tentación de volver a vernos, una y mil veces más, para revolvernos el alma y todas las ganas que quedaron medio olvidadas. Volver a sentir-nos, a cuidar-nos, a despertar-nos, juntos, todo aquello que el uno al otro nos fuimos descubriendo. Volver a creer en nuestra historia, volver a creer en el amor, porque como ya decía Ismael el amor es eterno mientras dura (¿Nos dura?). Volver a enredarnos sobre el todo y la nada y que cuando nos demos cuenta sean ya las tantas de la madrugada. Volverte a ver y que me vuelvas a ver como hacías antes, como si quisieras estudiarme y aprenderme de memoria, porque mirarnos nos seguimos mirando, pero dejamos ya de vernos. Volver a oír tu voz, y sentirte, volver a ser consciente de que eres capaz de despertar en mí todas esas sensaciones. Volver a besar tu boca, a morderla, volver a besarte y morderte el cuello, volver a bailar de nuevo en cualquier cama que nos encontremos. Volver a tus brazos y sin darme cuenta cerrar los ojos y sentir hogar y paz. Volver a volverme loca, más de lo que ya de por sí llevo yo de serie. De-volver-nos a la vida todos los días. Volver a darnos la mano y llegar a Uyunislandia…

Se me olvidó pensar que tu podías pedir otro deseo en el otro lado.